Circuitos y aprendizaje

Durante 12 días, 6 señoritas y 24 jóvenes participantes del Proyecto Puentes, implementado por USAID y World Vision, tuvieron la oportunidad de cambiar el entorno habitual de sus comunidades, localizadas en distintos municipios de cinco departamentos (San Marcos, Quetzaltenango, Quiché, Huehuetenango y Totonicapán) y cambiarlo por un mundo lleno de circuitos, corriente, empalmes, conexiones, interruptores, “three-way” y una infinidad de instalaciones eléctricas (terminología propia de alguien con mucho conocimiento en el tema).

Esto gracias al curso de Electricidad Domiciliar, el cual se impartió en modalidad de inmersión, esto quiere decir que, durante 96 horas, los participantes convergieron en Quetzaltenango y estuvieron sumergidos en un ambiente de instalaciones eléctricas de un hogar, aprendiendo de primera mano la teoría y práctica de este oficio.

Para algunos de ellos la experiencia también les permitió establecer nuevas amistades y descubrirse a ellos mismos como electricistas. Al visitar el salón de clases siempre fue fácil darse cuenta del ambiente de compañerismo, confianza y motivación que los jóvenes mismos construyeron.

“Cuando nos dijeron del curso me llamó la atención y pedí permiso a mis papás para venir”. Eva tiene 20 años de edad y viajó desde la aldea Barreneché, Totonicapán, para formar parte del curso y nos cuenta con toda honestidad que obtuvo el permiso de sus padres, pero no sin que antes ellos expresaran cierta preocupación por los riesgos que esto podría traer para una chica. Aun con esto, le brindaron todo el apoyo necesario.

Para el Proyecto Puentes es una prioridad trabajar desde la perspectiva de género, brindando oportunidades de desarrollo de forma equitativa a jóvenes y señoritas participantes. Es por eso que, aunque a muchos les llame la atención, la participación de mujeres jóvenes en un curso de electricidad, trabajo comúnmente realizado por hombres, para el personal del proyecto es una forma de desafiar los estereotipos relacionados a los roles de género.

“En mi comunidad no he visto ninguna mujer haciendo conexiones o escalando postes. Me siento bien, los chicos nos han respetado y nos hemos apoyado entre todos”. Eva es una pionera.

Las mujeres y hombres jóvenes que recibieron el curso de inmersión, están llevando actualmente el Diplomado Emprender con Éxito, en el que están elaborando su Plan de Vida. Es decir, están recibiendo el acompañamiento y formación para tomar las mejores decisiones para poder alcanzar sus metas, ya sea que estas estén relacionadas a educación, empleo o emprendimiento. Mientras logran cumplir con sus objetivos, ellos optaron por formarse como electricistas como un medio inmediato para generar ingresos económicos en sus comunidades.